domingo, 5 de octubre de 2014

Google, a por mil millones más.

En el mundo de la telefonía móvil siempre queda un objetivo más por cubrir. Google acaba de iniciar su propio asalto a los "próximos mil millones de usuarios" con el lanzamiento de una nueva categoría: Android One, que consiste en terminales por debajo de los cien dólares. menos de 80 euros. El lanzamiento se produce cuando los teléfonos avanzados conectados a internet (smartphones) ya han llegado a la mayoría de la población en los países de rentas más elevadas y su crecimiento ahora está contenido. Es el momento del asalto a las economías emergentes, donde estos móviles y las correspondientes tarifas de datos que conllevan, todavía no se han hecho populares.

La India es uno de los países con más usuarios de móvil, unos 930 millones de usuarios, pero sólo una octava parte de ellos, algo más de 100 millones de personas, tienen un smartphone. Y la mayoría de estos son Samsung, que controla el 25% del mercado.

Google ha decidido hacer la competencia sobre el terreno a la compañía coreana, uno de sus tradicionales aliados en la telefonía móvil, en la que es el principal fabricante que distribuye Android.



El vicepresidente de Android en Google, Sundar Pichai, nacido en India, presentó Android One hace unas semanas en Nueva Delhi con tres modelos prácticamente idénticos fabricados por las compañías locales Karbonn, Micromax y Spice. Los tres teléfonos tienen el mismo diseño, con una pantalla de 4,5 pulgadas, un procesador de cuatro núcleos, 1 GB de memoria RAM y 4 GB de almacenamiento. La cámara trasera es de 5 megapíxeles y la delantera de 2 megapíxeles.

Conocedores del mercado indio, los fabricantes y Google han incluido en el diseño de los terminales la doble tarjeta SIM y radio FM, dos de las características que más demandan los clientes en ese país.

Pichai explicó el pasado lunes que hay cerca de 5.000 millones de personas que no tienen un smartphone. Todos ellos son un objetivo comercial para Google, que ha instalado la versión KitKat 4.4.4 en los Android One.

De esta forma, y a diferencia de lo que ocurre con la mayoría de los teléfonos Android, cuando llegue una actualización del sistema será la propia Google quien la envíe a sus usuarios. Uno de los problemas de Android como sistema operativo es su gran fragmentación, porque las compañías no suelen actualizar de forma periódica el sistema. En Apple, los iPhone se actualizan de forma constante. Así, modelos de hace cuatro años siguen teniendo acceso a la última versión del software disponible. Antes del lanzamiento de iOS 8, hace dos semanas, más del 90% de los teléfonos de Apple tenía iOS 7, lanzado tan solo un año antes.

Con la puesta en marcha de Android One, Google pretende irrumpir de forma clara en ese mercado, en el que hasta ahora, con teléfonos más modestos, el fabricante hegemónico era Nokia, ahora en pleno proceso de transformación tras su adquisición por parte de Microsoft.

Esta última compañía acaba de apuntar que va a detener el desarrollo de su línea de teléfonos Asha y móviles con el sistema operativo Symbian, que eran los que destinaban a mercados como el indio. El objetivo es hacer de Windows Phone (será sólo Windows 10), el único sistema operativo para móviles de la compañía, tanto en la gama alta como en la baja. Se trata de popularizar modelos como el Lumia 530, que ya está por debajo de ese emblemático precio-barrera de los 100 dólares/80 euros.

Pero la lucha por llevar el smartphone donde hasta ahora sólo llegaban los móviles más sencillos interesa a muchas compañías, porque implica servicios que van mucho más allá de la venta de un aparato móvil. 

"No sólo queremos ayudar a las personas a acceder a internet -señaló Pichai al presentar Android One-, queremos asegurarnos que se conecten al conocimiento y a toda la rica información que hay on line". En esas declaraciones hay que leer que Google quiere ofrecer de forma directa todo su ecosistema de servicios, ligados también a la publicidad, dentro de la nueva gama destinada a los países en vías de crecimiento económico.

Los nuevos Android One no se van a limitar sólo a las marcas locales de India, sino que Google ha llegado a acuerdos con compañías más globales que también fabrican modelos de gama alta. Otras firmas que lanzarán terminales de esta nueva línea Android están Acer, Alcatel, Asus, HTC, Intex, Lava, Panasonic, Lenovo, Xolo y Qualcomm.

En medio de ese panorama, en el que las previsiones de los móviles de gama baja apuntan a bajada de precios y a subida de prestaciones, hay que contar con varios fabricantes chinos o con firmas como la española BQ, capaz de producir terminales asequibles, como sus modelos Aquaris 4 y Aquaris 3,5, con precios de venta por debajo de los 100 euros.

La batalla por el mercado de los países emergentes no ha hecho más que empezar. Pese a tratarse de rentas modestas, su gran volumen se ha convertido en el principal objetivo del mundo de la telefonía móvil.

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