Evidentemente, Google, como cualquier proveedor de servicios de Internet, dedica tiempo y recursos a asegurar la integridad de nuestros datos; sin embargo, de poco sirven estas medidas de seguridad si, por ejemplo, acabamos utilizando como contraseña algo como “123456” (catalogada como la peor contraseña de 2013).
En la protección de nuestros datos, los usuarios debemos tomar un papel activo y, con tal fin, debemos aprovechar los recursos que proveedores de servicios como Google nos ofrecen para mejorar la seguridad de nuestra cuenta y evitar que nuestros datos queden expuestos.
Google nos ofrece algunas herramientas y recursos a través de los “ajustes de seguridad” de nuestra cuenta; un panel de opciones que encontraremos si pulsamos sobre nuestro avatar (estando con la sesión iniciada en Google) y accediendo a "Cuenta" y, una vez dentro, en el apartado de "Seguridad".
Dentro de las opciones de seguridad, una de las primeras opciones que encontraremos es la de “Contraseña” donde, como nos podemos imaginar, podremos cambiar nuestra contraseña. ¿Y debemos cambiar la contraseña de acceso a nuestra cuenta de Google? Si usamos la misma contraseña en todos los servicios en los que estamos registrados, usamos contraseñas demasiado evidentes (fechas de nacimiento, nombres de familiares…), recurrimos a “malas contraseñas” como “123456” o bien hace mucho tiempo que venimos usando la misma password, parece claro que cambiar nuestra contraseña es una buena opción y, a ser posible, que sea una contraseña fuerte y robusta.
La “Verificación en dos pasos” es otro aspecto a tener muy en cuenta; una “capa de seguridad adicional” que establece un proceso de verificación de la identidad del usuario que accede a la cuenta. La idea es simple, en vez de acceder a la cuenta con el par “usuario-contraseña”, Google nos enviará un SMS con un código de verificación que también tendremos que introducir. Dicho de otra forma, si alguien adivina nuestra contraseña no podría acceder a nuestra cuenta salvo que, además, se haga también con nuestro teléfono móvil y pueda leer el SMS de verificación que recibiremos. Un recurso que, sin duda, vale la pena que activemos para mejorar la seguridad de nuestra información.
Son muchas las aplicaciones y servicios de terceros que nos permiten vincular nuestra cuenta de Google, por ejemplo, para hacer login, registrarnos o acceder a nuestra libreta de contactos. Muchas veces, otorgamos permisos de acceso a nuestra cuenta sin pensarlo mucho y, seguramente, rara vez nos planteemos cuántos servicios tienen acceso a nuestra cuenta de Google.
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