En la universidad de Illinois quieren ir un poco más allá y crear dispositivos electrónicos que se disuelven en el agua sin dejar ningún rastro.
Este tipo de circuitos sería muy útil para aplicaciones de medicina donde se introduciría el componente en el cuerpo para que realice una función y una vez termine se disuelva sin causar ningún dañoo tener que recurrir a una cirugía para extraerlo. De momento se encuentra en desarrollo pero el líder de este proyecto lo califica como un "futuro prometedor" para la industria de la medicina clínica.
La biomedicina será su principal uso
Suenan muchos usos posibles para esta tecnología pero de momento el equipo de investigador no ha concretado cómo funcionan estos chips y qué es lo que permite que se disuelva de forma que no produzca ningún año. Para ello tendremos que esperar a un simposio de biología que celebra a mediados de noviembre en Baltimore, Estados Unidos.
La solución es realmente interesante pero fuera del mundo de la medicina no parece que sea una tecnología que acabaremos viendo en nuestro día a día. Estaremos atentos a su presentación en un mes para que nos expliquen más al detalle cómo se degradan estos circuitos y si hay alguna diferencia de uso notable frente a los modelos convencionales.